La estilista y creadora Alice Wang, mitad noruega, mitad taiwanesa, se mueve por París como quien vuelve a una ciudad que ya entiende sus silencios… Lejos del cliché turístico, sus recorridos combinan moda, diseño y la rutina elegante de quien busca lo que está entre lo visible y lo íntimo. Hoy en Mondesign, descubrimos París de su mano –y vos, tomás nota para tu próxima escapada.
1. Vecchio
Un italiano en el sexto piso de un edificio casi anónimo, con paredes de ladrillo que parecen Brooklyn. Al principio es un restaurante elegante, de manteles blancos y platos impecables; de repente, el lugar se transforma en fiesta. “Cantás, bailás arriba de las sillas… parece una boda improvisada”, cuenta Wang. –Recomendado: la pasta con caviar de langosta o el Alfredo (y cuidado con el tequila del dueño, Gianmarco, que aparece sin aviso).
2. Librairie Alain Brieux
En el 6ᵗᵉ arrondissement, esta librería de 1958 es una cápsula de tiempo: especializada en ciencia y medicina antiguas, llena de instrumentos curiosos y libros con cubiertas gastadas. “Entré por el interior —parece otro siglo— y en la tienda terminé encontrando unos pijamas de algodón de la marca vienesa Pole Moult. Todo tiene historia acá”, dice.
3. Erem Vintage
Un secreto bien guardado entre parisinos: piezas de archivo, prendas de diseñador y hallazgos sin etiqueta, todos con ese aire effortless entre lo italiano y lo francés. “Compré una chaqueta increíble ahí, con una confección que no se ve más”, dice. Entre los tesoros: un chal-abrigo de Louis Vuitton y un chaleco de cuero de Alaïa.
4. Fortuny
Una boutique-museo de la firma veneciana fundada en 1900, famosa por su trabajo artesanal en textiles. “Entré con mi madre y pasamos una hora fascinadas. Es puro arte textil”, recuerda. Lámparas de seda esculpidas, kimonos, terciopelos y tapices en tonos imposibles: un homenaje a la elegancia táctil.
5. Kuma
“El mejor curry japonés que probé en mi vida. Punto.” No hace falta agregar más —solo hambre y tiempo para disfrutarlo sin prisa.
6. Sanjo
“El mejor ramen de París”, dice Wang sin vueltas. Una pequeña barra, servicio amable y un caldo que justifica la fila. Nada más que eso, y todo lo que hace falta.
7. Maison François
Ubicado en el 1ᵉʳ arrondissement, donde casi no se espera buena comida, este restaurante es la excepción. “Chic, pero sin pretensión, y con platos realmente deliciosos”, dice Wang. Ideal para almorzar entre compras sin caer en trampas para turistas. –Su favorito: la pechuga de pollo con salsa de mostaza y chutney de mango.
Cerrando, y evocando sus palabras… Al principio buscaba fachadas y fondos para fotos; ahora busca rincones que respiran historia. París puede ser caótica o elegante, pero siempre real. Y eso es lo que más le gusta.
via https://www.voguescandinavia.com/; imágenes via https://www.voguescandinavia.com/