Durante los últimos días del mes de abril se celebró en la ciudad de Hyeres la 33ª edición del Festival Internacional de Moda, Fotografía y Accesorios.
El festival promueve a talentos jóvenes y emergentes de las distintas áreas apuntadas, organizando competiciones en la que los candidatos seleccionados presentan sus creaciones en formatos de desfiles y exposiciones.
Villa Noailles, una casa modernista construida en lo alto de un valle en 1929 es actualmente un centro de arte y una vez más fue el punto de encuentro para los talentosos artistas.
Irene Giudice ganadora de “Tension absolue'" la última edición de Integra Casa Abierta en colaboración con la embajada de Francia , fue invitada especial del evento gracias al premio otorgado por Montevideo Shopping. Hoy comparte con nosotros sus mejores momentos.Subiendo por calles empinadas el asombroso paisaje empieza a volverse cada vez más interesante y es que llegando a la cima, próximo al punto más alto de la colina donde se ubica el castillo que domina la ciudad de Hyeres, se encuentra Villa Noailles, la enorme casa que transforma sus habitaciones en galerías y salas de exhibición, para el festival. Cada Exposición tiene su lugar asignado donde todo se exhibe de forma perfecta.
Mi lugar preferido sin dudas fue el jardín central que daba lugar a las fiestas y shows y momentos de descanso bajo el sol con música que elevaba el ambiente.
Las 10 colecciones de los finalistas de diseño de moda fueron tan únicas como increíbles, cada una se destacaba por ser diferente a las demás en cuanto a técnicas, estilo y tratamiento de telas. La experimentación y dedicación en cada detalle y textura que se planteaba se hacía notar, Mientras algunos optaron por utilizar una sola técnica y la explotaban al máximo en sus texturas, otros las mezclaba obteniendo resultados realmente interesantes.
Dentro de lo visto en cada colección sobresalen los procesos de transformación textil ,tales como plastisol, silicona, cuero calado, patchwork, sublimación y otros tratamientos como la pintura a mano destacando el oficio de lo artesanal en lo más innovador del diseño.
A las colecciones finalistas se tenía acceso mediante showrooms dentro de carpas ubicadas en la villa donde cada diseñador concursante se encontraba a disposición total de los visitantes, contestando preguntas sobre sus prendas y técnicas y transmitiendo y contando todo lo que abarcaban sus procesos creativos.Dentro de la competencia de accesorios se plantearon varias propuestas de contenedores y joyería de diversos materiales, Cécile Gray quien desarrolló a partir del trabajo con finos alambres dedicadas piezas que incluyen hasta indumentaria fue quien se llevó el premio de la categoría.Finalmente el desfile de modas final se celebró en un gran galpón ambientado con luces cálidas y maderas que se encontraba en la playa junto al mar. Los diez finalistas presentaron sus increíbles trabajos de los cuales Sarah Bruylant me impactó con su pintura a mano que expresaba emoción a través de cada pincelada y unas capelinas dentro del estilismo que potenciaban a la colección. Ester Manas también me resultó muy interesante, la elección de sus avíos, las prendas grandes y llamativas y la belleza insólita de sus modelos XL conquistaron la pasarela.
Los ganadores fueron el dúo detrás de Botter, quienes presentaron una colección que de cierta forma era de las más comerciables de las propuestas, donde se mostraban piezas de sastrería des construidas y transformables, generar diferentes usos dentro de una prenda es para mí, innovador. Los delfines inflables sobre sus cabezas terminaban de conformar la presentación que se llevó el voto y reconocimiento del jurado.En mi experiencia personal el festival fue de gran impacto, el poder estar en contacto con grandes diseñadores y artistas, de los cuales me pude nutrir y adquirir ganas de seguir estudiando y seguir profesionalizando en el mundo del diseño. La buena onda y energía que pude absorber con todos los participantes fue de crecimiento absoluto. Compartir y poder intercambiar sobre esta gran vocación, que es una decisión y elección de vida me genera ganas de seguir y no parar.
Conociendo y entendiendo lo que fue cada colección y cada detalle generado, llevó a que me diera cuenta que nadie está lejos de poder participar de festivales internacionales como este. Solo se necesita dedicarle tiempo y sentir cada prenda que hacemos. Porque en cada colección cada diseñador deja una parte de sí y el crecimiento personal es sentido al instante luego de lograr la meta.